Desde el origen de sus tiempos, los llamados kirguís han sido un grupo étnico nómada que solía moverse continuamente por los valles y montañas de la región con todo su ganado.A día de hoy, una gran parte de la población de Kirguistán todavía lleva una vida nómada tradicional, no muy diferente de la que solían llevar sus antepasados. En verano, siendo este de junio a septiembre, te encontrarás con centenares de campamentos nómadas por todas partes, situados tanto a pie de carretera como en las más remotas montañas, en donde se establecen con el fin de que sus caballos, vacas, ovejas y demás pasten libremente.Dicha cultura no es únicamente interesante y única sino que además, en pocos lugares del mundo la cultura nómada es tan accesible como en Kirguistán, y es que en cada uno de dichos campamentos, serás más que bienvenido a comer o dormir en su yurta, a observar e incluso colaborar en sus tareas cotidianas, ya sea ordeñar sus vacas o hacer mantequilla.Los nómadas son, sin lugar a duda, una de las razones más destacadas por las que visitar a Kirguistán.

Desde lagos alpinos situados a gran altitud, verdes colinas de terciopelo, picos nevados de más de 7,000 metros y enormes valles con flores silvestres.Kirguistán posee algunos de los paisajes más impresionantes que jamás hayas visto y por esta razón, querrás pasar la mayor parte de tu tiempo en la Naturaleza.Además, lo mejor de todo es que debido a que los nómadas necesitan instalarse durante los meses de verano, muchos de los lugares son accesibles en coche.

Los caballos forman parte de la cultura nómada tanto como sus yurtas, y es que los kirguís aprenden a montar a caballo casi al mismo tiempo que caminar. Desde excursiones épicas en caballo por pasos montañosos de más de 4,000 metros hasta decenas de rebaños pastando por verdes praderas de ensueño. Si eres un fan de los caballos, entonces Kirguistán es tu viaje.

Kirguistán no es un lugar famoso por poseer un gran número ruinas y herencias pertenecientes a la famosa y clásica Ruta de la Seda, como por ejemplo Uzbequistán. Sin embargo, los que posee son impresionantes, con Tash Rabat a la cabeza de lista, y es que éstos están siempre localizados en los lugares más épicos. Se hace increíble pensar cómo, durante siglos, centenares de comerciantes deambulaban por aquellos caminos y montañas con sus camellos y caballos.

El turismo crece de forma exponencial. Ahora es el momento de visitar éste increíble país de Asia Central, donde toda la infrastuctura aún tiene equilibrio y sentido lógico.